(en esta ocasión el animal contra el hombre)
por Carlos Estrada
El lunes pasado comenté en medios locales que hace algunos años estuve realizando estudios conservacionistas en la provincia de córdoba, con muchos trabajos publicados acerca de serpientes y ARÁCNIDOS de la zona.Según informes de prensa, la niña de 3 años de edad fue herida en la localidad de Jesús María, horas después tuvo fiebre y la llevaron a un centro médico, ahí la observaron y "le dieron el alta", volvió al hogar, al día siguiente su salud se complicó y tuvieron que internarla en un hospital para niños en la ciudad de Córdoba donde recibió las atenciones necesarias pero tardías y en menos de cuatro días murió.Mucho depende de lugar del cuerpo donde se produce la lesión, edad y condiciones de salud de la persona en el momento del accidente.Ante un ataque de loxosceles laeta (araña homicida), por innumerables hechos observados, lo peor ocurrido habrían sido las vueltas en socorrer a la niña, lo que agravó el cuadro, tal vez extendiéndolo de manera severa al hígado, riñones, etc., sumado a posibles necrosis y sangrados sin coagulación. La salvación generalmente está en un auxilio rápido, inmovilización de la víctima e inyectar el suero específico a tiempo. Resultan perjudiciales negligencias como roturas de ampollas, aplicación de remedios caseros o no específicos, presionar la herida, mover innecesariamente de un lado a otro al envenenado por animal, etc.Los padres, las enfermeras y los médicos son los únicos que saben qué hicieron exactamente durante las primeras horas.Hay animales de ponzoñas mucho más mortales, sin embargo las personas logran salvarse, pero donde intervienen loxosceles laeta la multiplicación de efectos nocivos (por constataciones personales) hacen muy difícil la salida de largas internaciones y muchas cirugías reparadoras, dejando secuelas de consideración. Es más, es raro encontrar especialistas en mordeduras de arácnidos.
CARLOS ESTRADA *ex colaborador de zoólogos, herpetólogos y otros científicos (incluyendo al famoso aracnólogo Ibarra Grasso), sufriendo paralelamente graves accidentes con animales grandes y especies venenosas. Autor de numerosos trabajos publicados acerca de serpientes, arañas. etc.
Buenos Aires, Argentina, 23 de febrero de 2011.