Noticiario Crítico de Carlos Estrada *
(análisis de exterminios sostenidos de fauna)
Noticias de esta semana señalan que en la ciudad de Rafaela, fue encontrado un puma (puma concolor) en la vía pública.
Creo que es hora que en la provincia de Santa Fe defiendan con transparencia los derechos de los animales y el publicitado gobernador (que pretende ser presidente de la Nación), intendentes y autoridades oficiales de la Dirección de Fauna que tienen la suerte de perpetuarse en escritorios de poder se ocupen (forma digna también de ganarse los sueldos que paga el pueblo) de controlar y sancionar -justicia seria mediante- la caza furtiva, los traslados ilegales interprovinciales, la proliferación de cotos de caza “habilitados” o clandestinos, la venta de especies protegidas (“protegidas” en teoría), el “coleccionismo” y la tenencia ilegal de ejemplares vulnerables.
En lo que va del año son innumerables los casos de PUMAS SUELTOS que aparecen en provincias argentinas seguramente debido a los incesantes desmontes con consentimiento de gobernantes por negociados con empresarios y destrucción de hábitats naturales (pulmones de la humanidad), sumado a actos negligentes de personas que los crían como “mascotas domésticas” gracias a la inacción de las autoridades de aplicación y se les escapan o los liberan cuando estos animales crecen.
Santa Fe hace décadas que no es buen ejemplo en conservación de la fauna, incluso se han levantado voces de protesta contra la Granja gubernamental “La Esmeralda” donde animales valiosos alojados por la justicia o donados son descuidados, “robados”, desaparecerían en horas de la noche (?), viven en jaulas precarias y sufren maltrato con sospechosa vista gorda oficial (podría ampliar este asunto), de manera que lo de afuera: rutas, campos, depósitos, etc., no puede ser mejor y para esta dura tarea de control se necesita contar con policías honestos y autoridades de fauna éticas.
Detrás del comercio de boas, osos hormigueros, caimanes, coatíes, jaguares, monos, variedades de pájaros, cueros, pieles, etc., se mueven oscuros intereses y personajes influyentes que reparten permanentes “coimas” (dinero sucio) para comprar en el camino “luz verde” de diferentes funcionarios (no generalizo), ingresando por tierra a los principales depósitos negros de Capital Federal y Gran Buenos Aires cargamentos de animales de la caza furtiva de todo el Norte argentino (capítulo aparte el Sur y zonas del medio) y de actos de contrabando de países limítrofes, por ende, los discursos ante el mundo que Argentina “cuida” el equilibrio ecológico están cargados de falsedad.
LOS ROBOS AL PATRIMONIO NATURAL SIGNIFICAN ANUALMENTE PARA LA ECONOMÍA NACIONAL PÉRDIDAS DE MUCHOS MILLONES DE DÓLARES, SIN CONTAR LOS DIARIOS ACTOS DE CONTRABANDO DE PIELES, CUEROS, MONOS, PÁJAROS SILVESTRES, ETC., QUE SIGNIFICAN GRAVES PERJUICIOS PARALELOS POR CIFRAS MILLONARIAS.
Es más, Santa Fe ha asombrado con sus jineteadas públicas comerciales (espectáculos crueles), autorizadas por el intendente municipal, quien además sería “popular” por otorgar arbitrarios permisos a chatarreros (¿búsqueda de fáciles votos en los cordones marginales?) para que usen equinos lastimados y de dudoso origen en el tiro de pesadas cargas en calles de la ciudad, mal ejemplo que se repite en varios lugares de la provincia. Cadena de irregularidades “toleradas” desde despachos públicos contra la fauna autóctona y los caballos.
Numerosos “idóneos” con credencial oficial no reconocen que EL PUMA ESTÁ EN RETROCESO NUMÉRICO EN ARGENTINA. Traficantes de pieles, “coleccionistas” y dueños de cotos de caza tironean por un lado y poderosos ganaderos presionan por el otro (dinerillos mediante), consiguiendo veloz reducción de la especie en distintas regiones, pero el problema es hábilmente tapado por inconfesables razones en informes “científicos” (balances, estadísticas y mentirosas “observaciones”) en algunas provincias; podría haber excepciones que lamentablemente no conozco.
Aclaro: he recogido datos de grandes ganaderos de mi amistad, traficantes ilegales, cazadores furtivos, transportistas cómplices, contrabandistas, informantes de áreas de aplicación, muchos correos recibidos de los denominados “guardabosques” y "guardafauna"; he visitado cotos de caza, me infiltré entre acopiadores de pieles y cueros silvestres, he impulsado incautaciones valuadas en millones de dólares, rescaté decenas de pumas de manos de coleccionistas ilegales, aborté canjes en negro de estos animales en zoológicos que nadie controla y conozco la situación en el Norte por haber viajado en diferentes ocasiones junto a un biólogo y documentado trastiendas, de manera que no toco la guitarra de oído. CONSTE QUE TAMPOCO ESTOY PONIENDO EN TELA DE JUICIO A TODAS LAS AUTORIDADES, digo simplemente que este problema -como el caso del tráfico de drogas- aumenta en nuestra sociedad y cuenta con sostenida impunidad por los intocables que manejan el mercado y los sobornos que repartirían en lugares de contacto. Negar esta realidad sería burlarse del pueblo y hacer creer que vivimos en el primer mundo bajo reglas claras, en un marco perfecto, seguros, sin corrupción y sin anarquía, cuando la verdad es que estamos estancados en la cola del subdesarrollo, las drogas consumen a los jóvenes, la violencia crece, los crímenes en ocasión de robo son incesantes, hay secuestros e imparable explotación de mujeres, los asaltos son moneda corriente sin dar paz a la gente honesta, a toda hora y en todas partes, el pueblo vive con miedo ante la ausencia del Estado para garantizar seguridad y tranquilidad (prestar atención a los noticiarios televisivos de medios imparciales), sólo dobles discursos y demasiado pan y circo para aplausos de seguidores. Nuestro país es uno de los más castigados por la delincuencia e injusticias (conste que no tengo preferencias políticas); tiene más oportunidad de salir ileso un turista cargando diez kilos de carne mientras cruza el corazón de la selva africana a la noche, que exponerse en Argentina a realizar tareas mañaneras en zonas céntricas llevando un reloj de plástico en el brazo o exhibir un viejo celular. Seguramente se termina en el piso con la ropa desgarrada atacado por alimañas impunes, y más peligroso es desplazarse en un automóvil relativamente nuevo por cualquier calle o avenida, ENTONCES ES MENTIRA OFICIAL SOSTENER QUE SE “PROTEGE” A LA FAUNA EN UNA SOCIEDAD DONDE NO EXISTE EL MENOR CUIDADO POR LA VIDA HUMANA: vemos ancianos pobres y miles de niños desnutridos durmiendo tirados en plazas y veredas, graves problemas en los sistemas de salud y conflictos en la educación (al respecto ver noticias en medios de prensa), se permite robar y matar impunemente a los ciudadanos, etc. (tomo como triste ejemplo a Buenos Aires donde la vida no vale nada y supongo que el resto de las ciudades importantes no son excepción).
Espero que el destino del puma encontrado en Rafaela no signifique el infierno por orden de algún “iluminado” que juegue a ser Dios y piense que es lo mismo para un animal salvaje vivir en libertad o encarcelado de por vida. Pero…si se trata de un ejemplar criado en cautiverio no podrá sobrevivir sin ayuda, quedando condenado por el hombre a morir en la tristeza y soledad de una jaula.
CARLOS ESTRADA *escritor, ex periodista parlamentario con otras acreditaciones, ex columnista de revistas jurídicas, periodista de investigación y proteccionista independiente de fauna salvaje con DOCUMENTADA trayectoria pública desde 1970, decenas de certificaciones oficiales y científicas y máximos reconocimientos internacionales, impulsor de incautaciones de reiterados millares de especies silvestres vivas, pieles y cueros de la caza furtiva y contrabando por muchos centenares de millones de dólares -récords nunca igualados en el mundo-, rescates de casi 600 caballos del maltrato y actos de cuatrerismo, con experiencia en manejo de tigres, pumas, osos, leones, etc. (varias veces herido grave), dedicado a actividades ecuestres, entendido en comportamiento, rehabilitación, enseñanza y derecho internacional animal.
Buenos Aires, Argentina, 31 de agosto de 2011.
Distinguidos seguidores de esta página web: no es a ustedes a los que reitero la reseña de mi actividad en defensa de los animales, la cuestión es que se agregan lectores todos los días y mis críticas al perverso sistema son duras -basadas en innegable realidad-, entonces siempre me veo en la obligación de aclarar que es la opinión (respetuosa) de alguien que conoce los entretelones del asunto (tráfico ilícito de fauna) por investigarlos desde adentro y corriendo tremendos riesgos (heridas de bala mediante, de cuchillo, atropellamientos en innumerables emboscadas y cobardes represalias, con violentos robos domiciliarios de documentación y equipos periodísticos) por los intereses tocados y las cadenas de complicidades existentes. Impunidad de redes mafiosas respaldadas por demasiados influyentes intocables con "guantes blancos", noticias que han sido de amplia repercusión pública en centenares medios de prensa (incluyendo decenas de informes difundidos por el diario inglés "The Buenos Aires Herald", agencia extranjera AFP, versiones taquigráficas legislativas en sesiones públicas ante la prensa internacional, editoriales de diarios, etc.), durante décadas de inflexible lucha en bien del equilibrio ecológico, las leyes vigentes y la economía nacional, impulsando en 1986 la primera condena en la historia del Poder Judicial argentino contra un traficante de fauna del mercado clandestino.
Creo que es hora que en la provincia de Santa Fe defiendan con transparencia los derechos de los animales y el publicitado gobernador (que pretende ser presidente de la Nación), intendentes y autoridades oficiales de la Dirección de Fauna que tienen la suerte de perpetuarse en escritorios de poder se ocupen (forma digna también de ganarse los sueldos que paga el pueblo) de controlar y sancionar -justicia seria mediante- la caza furtiva, los traslados ilegales interprovinciales, la proliferación de cotos de caza “habilitados” o clandestinos, la venta de especies protegidas (“protegidas” en teoría), el “coleccionismo” y la tenencia ilegal de ejemplares vulnerables.
En lo que va del año son innumerables los casos de PUMAS SUELTOS que aparecen en provincias argentinas seguramente debido a los incesantes desmontes con consentimiento de gobernantes por negociados con empresarios y destrucción de hábitats naturales (pulmones de la humanidad), sumado a actos negligentes de personas que los crían como “mascotas domésticas” gracias a la inacción de las autoridades de aplicación y se les escapan o los liberan cuando estos animales crecen.
Santa Fe hace décadas que no es buen ejemplo en conservación de la fauna, incluso se han levantado voces de protesta contra la Granja gubernamental “La Esmeralda” donde animales valiosos alojados por la justicia o donados son descuidados, “robados”, desaparecerían en horas de la noche (?), viven en jaulas precarias y sufren maltrato con sospechosa vista gorda oficial (podría ampliar este asunto), de manera que lo de afuera: rutas, campos, depósitos, etc., no puede ser mejor y para esta dura tarea de control se necesita contar con policías honestos y autoridades de fauna éticas.
Detrás del comercio de boas, osos hormigueros, caimanes, coatíes, jaguares, monos, variedades de pájaros, cueros, pieles, etc., se mueven oscuros intereses y personajes influyentes que reparten permanentes “coimas” (dinero sucio) para comprar en el camino “luz verde” de diferentes funcionarios (no generalizo), ingresando por tierra a los principales depósitos negros de Capital Federal y Gran Buenos Aires cargamentos de animales de la caza furtiva de todo el Norte argentino (capítulo aparte el Sur y zonas del medio) y de actos de contrabando de países limítrofes, por ende, los discursos ante el mundo que Argentina “cuida” el equilibrio ecológico están cargados de falsedad.
LOS ROBOS AL PATRIMONIO NATURAL SIGNIFICAN ANUALMENTE PARA LA ECONOMÍA NACIONAL PÉRDIDAS DE MUCHOS MILLONES DE DÓLARES, SIN CONTAR LOS DIARIOS ACTOS DE CONTRABANDO DE PIELES, CUEROS, MONOS, PÁJAROS SILVESTRES, ETC., QUE SIGNIFICAN GRAVES PERJUICIOS PARALELOS POR CIFRAS MILLONARIAS.
Es más, Santa Fe ha asombrado con sus jineteadas públicas comerciales (espectáculos crueles), autorizadas por el intendente municipal, quien además sería “popular” por otorgar arbitrarios permisos a chatarreros (¿búsqueda de fáciles votos en los cordones marginales?) para que usen equinos lastimados y de dudoso origen en el tiro de pesadas cargas en calles de la ciudad, mal ejemplo que se repite en varios lugares de la provincia. Cadena de irregularidades “toleradas” desde despachos públicos contra la fauna autóctona y los caballos.
Numerosos “idóneos” con credencial oficial no reconocen que EL PUMA ESTÁ EN RETROCESO NUMÉRICO EN ARGENTINA. Traficantes de pieles, “coleccionistas” y dueños de cotos de caza tironean por un lado y poderosos ganaderos presionan por el otro (dinerillos mediante), consiguiendo veloz reducción de la especie en distintas regiones, pero el problema es hábilmente tapado por inconfesables razones en informes “científicos” (balances, estadísticas y mentirosas “observaciones”) en algunas provincias; podría haber excepciones que lamentablemente no conozco.
Aclaro: he recogido datos de grandes ganaderos de mi amistad, traficantes ilegales, cazadores furtivos, transportistas cómplices, contrabandistas, informantes de áreas de aplicación, muchos correos recibidos de los denominados “guardabosques” y "guardafauna"; he visitado cotos de caza, me infiltré entre acopiadores de pieles y cueros silvestres, he impulsado incautaciones valuadas en millones de dólares, rescaté decenas de pumas de manos de coleccionistas ilegales, aborté canjes en negro de estos animales en zoológicos que nadie controla y conozco la situación en el Norte por haber viajado en diferentes ocasiones junto a un biólogo y documentado trastiendas, de manera que no toco la guitarra de oído. CONSTE QUE TAMPOCO ESTOY PONIENDO EN TELA DE JUICIO A TODAS LAS AUTORIDADES, digo simplemente que este problema -como el caso del tráfico de drogas- aumenta en nuestra sociedad y cuenta con sostenida impunidad por los intocables que manejan el mercado y los sobornos que repartirían en lugares de contacto. Negar esta realidad sería burlarse del pueblo y hacer creer que vivimos en el primer mundo bajo reglas claras, en un marco perfecto, seguros, sin corrupción y sin anarquía, cuando la verdad es que estamos estancados en la cola del subdesarrollo, las drogas consumen a los jóvenes, la violencia crece, los crímenes en ocasión de robo son incesantes, hay secuestros e imparable explotación de mujeres, los asaltos son moneda corriente sin dar paz a la gente honesta, a toda hora y en todas partes, el pueblo vive con miedo ante la ausencia del Estado para garantizar seguridad y tranquilidad (prestar atención a los noticiarios televisivos de medios imparciales), sólo dobles discursos y demasiado pan y circo para aplausos de seguidores. Nuestro país es uno de los más castigados por la delincuencia e injusticias (conste que no tengo preferencias políticas); tiene más oportunidad de salir ileso un turista cargando diez kilos de carne mientras cruza el corazón de la selva africana a la noche, que exponerse en Argentina a realizar tareas mañaneras en zonas céntricas llevando un reloj de plástico en el brazo o exhibir un viejo celular. Seguramente se termina en el piso con la ropa desgarrada atacado por alimañas impunes, y más peligroso es desplazarse en un automóvil relativamente nuevo por cualquier calle o avenida, ENTONCES ES MENTIRA OFICIAL SOSTENER QUE SE “PROTEGE” A LA FAUNA EN UNA SOCIEDAD DONDE NO EXISTE EL MENOR CUIDADO POR LA VIDA HUMANA: vemos ancianos pobres y miles de niños desnutridos durmiendo tirados en plazas y veredas, graves problemas en los sistemas de salud y conflictos en la educación (al respecto ver noticias en medios de prensa), se permite robar y matar impunemente a los ciudadanos, etc. (tomo como triste ejemplo a Buenos Aires donde la vida no vale nada y supongo que el resto de las ciudades importantes no son excepción).
Espero que el destino del puma encontrado en Rafaela no signifique el infierno por orden de algún “iluminado” que juegue a ser Dios y piense que es lo mismo para un animal salvaje vivir en libertad o encarcelado de por vida. Pero…si se trata de un ejemplar criado en cautiverio no podrá sobrevivir sin ayuda, quedando condenado por el hombre a morir en la tristeza y soledad de una jaula.
CARLOS ESTRADA *escritor, ex periodista parlamentario con otras acreditaciones, ex columnista de revistas jurídicas, periodista de investigación y proteccionista independiente de fauna salvaje con DOCUMENTADA trayectoria pública desde 1970, decenas de certificaciones oficiales y científicas y máximos reconocimientos internacionales, impulsor de incautaciones de reiterados millares de especies silvestres vivas, pieles y cueros de la caza furtiva y contrabando por muchos centenares de millones de dólares -récords nunca igualados en el mundo-, rescates de casi 600 caballos del maltrato y actos de cuatrerismo, con experiencia en manejo de tigres, pumas, osos, leones, etc. (varias veces herido grave), dedicado a actividades ecuestres, entendido en comportamiento, rehabilitación, enseñanza y derecho internacional animal.
Buenos Aires, Argentina, 31 de agosto de 2011.
Distinguidos seguidores de esta página web: no es a ustedes a los que reitero la reseña de mi actividad en defensa de los animales, la cuestión es que se agregan lectores todos los días y mis críticas al perverso sistema son duras -basadas en innegable realidad-, entonces siempre me veo en la obligación de aclarar que es la opinión (respetuosa) de alguien que conoce los entretelones del asunto (tráfico ilícito de fauna) por investigarlos desde adentro y corriendo tremendos riesgos (heridas de bala mediante, de cuchillo, atropellamientos en innumerables emboscadas y cobardes represalias, con violentos robos domiciliarios de documentación y equipos periodísticos) por los intereses tocados y las cadenas de complicidades existentes. Impunidad de redes mafiosas respaldadas por demasiados influyentes intocables con "guantes blancos", noticias que han sido de amplia repercusión pública en centenares medios de prensa (incluyendo decenas de informes difundidos por el diario inglés "The Buenos Aires Herald", agencia extranjera AFP, versiones taquigráficas legislativas en sesiones públicas ante la prensa internacional, editoriales de diarios, etc.), durante décadas de inflexible lucha en bien del equilibrio ecológico, las leyes vigentes y la economía nacional, impulsando en 1986 la primera condena en la historia del Poder Judicial argentino contra un traficante de fauna del mercado clandestino.