Noticiario Crítico de Carlos Estrada *
(REFERENTE A LOS INCIDENTES PROTAGONIZADOS POR HINCHAS DE FÚTBOL EN INMEDIACIONES DE LA "BOMBONERA").
Según un cable de DyN del 22 de junio de 2011… “en la refriega hasta un caballo de la Montada resultó lastimado, presuntamente por una pedrada o un palazo”.
A colación: meses atrás en un episodio parecido, un caballo también de la Policía Montada habría recibido una puñalada en el cuello, hecho inexplicablemente tapado por altas autoridades políticas y medios de prensa comprometidos.
¿Nuevamente salvajes y cobardes inadaptados hinchas de fútbol lesionan a un caballo policial?
Los actos de grave violencia son moneda corriente en los estadios de fútbol y alrededores, casi un “folklore” en nuestra decadente sociedad y siempre culpan a la policía (conste que no la defiendo porque podrían haber uniformados incorrectos y corruptos), pero en estos momentos de anarquía no se atreverían a cometer errores porque son despreciados (el pueblo no debería generalizar injustamente), se ha inculcado la falta de respeto por el uniforme y son muy vigilados por la clase política, por ende, actúan tardíamente y con miedo.
Sólo en un país descontrolado, sin ejemplos éticos, consumido por la violencia, las drogas y el alcohol, con vacío legal y programada inseguridad, pueden ocurrir hechos de este tipo, rodeados de garantías de impunidad por trastiendas inconfesables y algún tráfico de influencias.
En naciones avanzadas y serias, atacar o herir a un perro o caballo de la policía es igual que dañar a un integrante humano de la fuerza y las condenas son duras; aquí hay mucho pan y circo y no se defienden oficialmente los bienes públicos, es decir, los caballos y perros al servicio del Estado deberían ser celosamente protegidos por autoridades que mirarían para otro lado.
Los informes difundidos señalan 5 policías heridos, 70 revoltosos detenidos (?), personas de la calle ajenas a todo con lesiones, frentes de comercios destruidos, etc.
Es hora que pongan límites a tantos vándalos y sinvergüenzas (me refiero únicamente a los que destruyen propiedad ajena y lastiman a inocentes animales de áreas oficiales).
CARLOS ESTRADA *periodista de investigación, experto en asuntos equinos y antiguo profesional en crudas formas no deportivas de artes chinas milenarias.
Buenos Aires, Argentina, 24 de junio de 2011.
Según un cable de DyN del 22 de junio de 2011… “en la refriega hasta un caballo de la Montada resultó lastimado, presuntamente por una pedrada o un palazo”.
A colación: meses atrás en un episodio parecido, un caballo también de la Policía Montada habría recibido una puñalada en el cuello, hecho inexplicablemente tapado por altas autoridades políticas y medios de prensa comprometidos.
¿Nuevamente salvajes y cobardes inadaptados hinchas de fútbol lesionan a un caballo policial?
Los actos de grave violencia son moneda corriente en los estadios de fútbol y alrededores, casi un “folklore” en nuestra decadente sociedad y siempre culpan a la policía (conste que no la defiendo porque podrían haber uniformados incorrectos y corruptos), pero en estos momentos de anarquía no se atreverían a cometer errores porque son despreciados (el pueblo no debería generalizar injustamente), se ha inculcado la falta de respeto por el uniforme y son muy vigilados por la clase política, por ende, actúan tardíamente y con miedo.
Sólo en un país descontrolado, sin ejemplos éticos, consumido por la violencia, las drogas y el alcohol, con vacío legal y programada inseguridad, pueden ocurrir hechos de este tipo, rodeados de garantías de impunidad por trastiendas inconfesables y algún tráfico de influencias.
En naciones avanzadas y serias, atacar o herir a un perro o caballo de la policía es igual que dañar a un integrante humano de la fuerza y las condenas son duras; aquí hay mucho pan y circo y no se defienden oficialmente los bienes públicos, es decir, los caballos y perros al servicio del Estado deberían ser celosamente protegidos por autoridades que mirarían para otro lado.
Los informes difundidos señalan 5 policías heridos, 70 revoltosos detenidos (?), personas de la calle ajenas a todo con lesiones, frentes de comercios destruidos, etc.
Es hora que pongan límites a tantos vándalos y sinvergüenzas (me refiero únicamente a los que destruyen propiedad ajena y lastiman a inocentes animales de áreas oficiales).
CARLOS ESTRADA *periodista de investigación, experto en asuntos equinos y antiguo profesional en crudas formas no deportivas de artes chinas milenarias.
Buenos Aires, Argentina, 24 de junio de 2011.