por Carlos Estrada *
Noticias del 21 de marzo de 2011 señalaron que en el barrio de Liniers (Capital Federal), se jugó un partido de fútbol entre Vélez y San Lorenzo y como de costumbre terminó en actos de incontrolable violencia, culpándose como siempre a los numerarios de la Policía Federal Argentina (flota en el ambiente político y en influenciadas generaciones el odio por los uniformes y por todo lo que represente Ley y Orden). Hubo refuerzos en los alrededores del estadio con hombres del Cuerpo de Policía Montada y otra vez los inocentes caballos llevaron la peor parte.
No he investigado los hechos porque no me interesa el accionar sangriento de vándalos con garantías de impunidad, pero como se comenta en la calle (como cosa “sin importancia” sumado al silencio cómplice de mucha prensa parcial), que hubo algunos caballos policiales heridos y uno presuntamente muerto por puñalada, entonces con el debido respeto voy a dar mi opinión.
Desde el conocimiento y por investigar asuntos de corrupción, sé que esos equinos NO ESTÁN BIEN CUIDADOS (por culpa de los que reducen fondos y se desentienden de ética en la función pública). En países realmente avanzados se patrullan calles y se usan en control de disturbios caballos montados por policías, pero en Argentina habría que dejar de usar animales para controlar a bandas de delincuentes; por supuesto, tres o cuatro logran lo que cincuenta uniformados a pie no consiguen (perros adiestrados o caballos acostumbrados a empujar y encarar sin pisar al público). REITERO: ES HORA QUE NO SE USEN ANIMALES COMO "ESCUDOS" VIVOS NI SE LOS ARRIESGUE INNECESARIAMENTE, pero a innumerables funcionarios ineptos que tenemos (habría excepciones) los animales les importan un carajo (miren lo que ocurre en los centros oficiales de zoonosis y con los malandras que usan equinos lastimados para tirar carros); estos funcionarios están para enriquecerse en los cargos y valerse hábilmente de dobles discursos a fin de conformar a la gilada. Aquí, más allá que el proteccionismo solicite se aplique la débil ley nacional N° 14.346, deben exigir a los funcionarios de turno -que incentivan el odio y la anarquía-, que INVESTIGUEN DE MANERA RECTA Y EFICAZ QUIÉNES APUÑALARON CABALLOS POLICIALES Y QUE ESTAS LACRAS VAYAN A LA CARCEL CON CONDENAS DE CUMPLIMIENTO EFECTIVO; SÓLO HIJOS DE PADRES DE DUDOSA MORAL PUEDEN ATACAR A UN ANIMAL DE ESA MANERA; EN PAÍSES SERIOS SIN SINVERGÜENZAS CON PODER ENQUISTADOS, UN PERRO O CABALLO DE UNA FUERZA NACIONAL ES UN PROTEGIDO BIEN DEL ESTADO Y TIENE RANGO DE MIEMBRO OFICIAL -EN ESTE CASO COMO UN POLICÍA MÁS-, ENTONCES SUS AGRESORES DEBEN SER JUZGADOS COMO SI HUBIERAN APUÑALADO O MATADO A UN EFECTIVO DE UNA FUERZA FEDERAL. Lamentablemente, aquí hay odio hacia la PFA (repartición llena de coimeros que no va a sanearse porque políticamente buscan su descrédito ante la sociedad y evitan instruirla, sólo la insultan conocidos resentidos con “colas de paja”), de manera que van a encarar la investigación contra los uniformados Y PASARÁN POR ALTO EL TEMA DE LOS CABALLOS pertenecientes al Estado nacional, muertos o heridos en acto de servicio, con rangos policiales, y así se permitirá una vez más la impunidad de basuras que en las canchas de fútbol van a agredir y a provocar desórdenes incentivados desde estructuras “garantistas”.
Si la responsabilidad es compartida, deben juzgar a los excrementos que provocaron los disturbios, es decir, aparte de juzgar a los policías que aparentemente “siempre” son los que golpean (?) a muchachos "trabajadores, honestos y pacíficos" (?), NO DEBERÍA HABER IMPUNIDAD PARA LOS CRUELES QUE MATARON O HIRIERON CABALLOS DEL ESTADO NACIONAL, porque en este patrón de vacío legal (programado) el país se derrumba camino a la anarquía, abuso de las drogas y delitos tapados.
CARLOS ESTRADA (periodista de investigación, dedicado a actividades ecuestres y proteccionista independiente de fauna salvaje y caballos maltratados).
Buenos Aires, 22 de marzo de 2011.