ARGENTINA- MUERE OTRA NIÑA POR PICADURA DE ESCORPIÓN




(descripción de especie, comportamiento, otros hechos y consejos)

por Carlos Estrada *

El 8 de marzo de 2011 un escorpión picó a una bebé de 13 meses de edad y la madre de posible nombre Gisela habría declarado a Radio Canal que hubo negligencia médica por lo que podría iniciar acciones legales porque la pediatra le hizo un “lavaje de estómago” y cuando entró en estado crítico tuvieron que trasladarla a un hospital -aparentemente de Santa Fe- donde horas despúes falleció por "fallas cardíacas" (caso similar a la niña mordida por araña Loxosceles laeta el mes pasado presuntamente auxiliada con excesiva demora, ya que médicos de una clínica le dieron el “alta” y enviaron a su domicilio, donde se complicó su estado de salud y tuvo que ser derivada a un hospital público falleciendo por graves compromisos en sus órganos).

Otros casos: el 15 de noviembre de 2010 murió una niña de 18 meses en la localidad santafesina de Gobernador Gálvez por picadura de escorpión, mientras un niño de 2 años también se encontraba en ese momento internado en grave estado; el 17 de noviembre en Santa Fe un niño de 6 años picado por alacrán estuvo al borde de la muerte y quedó afectado en sus pulmones; el 22 de noviembre murió un niño de 8 años en Córdoba después de tres días de agonía y en la provincia de Catamarca una niña de 3 años ingresó en estado delicado a un hospital debido a picadura de escorpión y atendida a tiempo lograron salvarle la vida.

Según informes de archivo, entre el año 2000 y 2006 se denunciaron 19 muertes por escorpionismo, pero en el 2010 y lo que va de 2011 las picaduras habrían aumentado (no me refiero a fallecimientos), es decir, los accidentes serían imparables.

Escorpiones (o alacranes) pertenecen al grupo de artrópodos (patas articuladas). A diferencia de los insectos los arácnidos poseen ocho patas, con abdómen y cefalotórax muy diferenciados. Se calcula que llevan aproximadamente 500 millones de años en la Tierra , habiendo sufrido escasos cambios morfológicos y entre muchos centenares especies y subespecies identificadas por científicos, 25 ó 30 serían de interés médico por sus venenos.

En Argentina, la familia Buthidae a la que pertenece el género TITYUS TRIVITTATUS (color castaño rojizo y partes tirando a marrón, con tres franjas más oscuras que cruzan el “lomo” y pinzas alargadas), es de extrema peligrosidad, posee veneno neurotóxico muy poderoso compuesto por decenas de toxinas que pueden causar fácil muerte a niños, enfermos y ancianos, máxime si la picadura toca un vaso sanguíneo -lo que puede confundir porque el dolor es mucho menor, pero de consecuencias gravísimas-, de todas maneras estos emponzoñamientos se desplazan en corto tiempo hacia diferentes órganos, accionando con fuerza en el corazón. EL ANTÍDOTO DEBE APLICARSE DURANTE LOS PRIMEROS MINUTOS Y ANTES DE MEDIA HORA DE PRODUCIDO EL ATAQUE. En los niños pueden observarse temblores generales y excitación.

La palidez de una persona picada y los sudores fríos son señales de alarma, igual los lagrimeos, alteraciones del sistema digestivo y aparición de complicaciones en el ritmo cardíaco y respiratorio. En el lugar de la picadura puede haber cierto enrojecimiento, edema y dolor punzante, siendo otro factor para considerar el lugar lesionado del cuerpo, nervios cercanos, etc. Cuando el animal agresor es visto conviene capturarlo y llevarlo para ser examinado, aunque esté muerto.

No deben practicarse curas caseras, tocar la zona afectada ni aplicar torniquetes. Tal vez solo un poco de hielo sin hacer presión y no mover demasiado al herido ni permitir que se agite, de todas maneras acerca de métodos de auxilio los médicos ESPECIALIZADOS EN VENENOS DE ORIGEN ANIMAL son los autorizados para aconsejar.

Los Trityus trivittatus viven junto al hombre en casas y departamentos de casi todo el país (especialmente en Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Chaco, Entre Ríos, Santiago del Estero, etc.), buscan lugares oscuros, tienen preferencia por la humedad y sus hábitos como la mayoría de las especies venenosas, son nocturnos. Aparecen en cañerías, rejillas, debajo de troncos y otros materiales que les sirven de refugio, también en galpones, garajes, estaciones ferroviarias, depósitos de bebidas, etc., y lo más curioso es que esta especie no necesitaría la participación del macho para generar crías. Pueden esconderse en placares, en el interior de zapatos o trepar mediante ropa que toque el suelo; en invierno se aletargan pero vuelven a la actividad por el calor de las estufas, pudiendo sobrevivir a grados muy altos de temperatura, aunque prefieren la oscuridad y el reparo en lugares húmedos.

El cruel exterminio de fauna produce un gran desequilibro en la Naturaleza y de esa manera proliferan especies que ponen en riesgo la vida de personas y animales domésticos en zonas rurales, máxime por los cambios climáticos que modifican comportamientos, sin olvidar otro problema que no tendría solución: actualmente los intendentes municipales parecen dedicados a los dobles discursos para perpetuarse en los cargos, adictos al fácil enriquecimiento (podrían existir excepciones), descuidando la limpieza de las ciudades, permitiendo que indigentes y los llamados “cartoneros” rompan bolsas de basura frente a los edificios tapando de paso bocas de tormenta y alcantarillas, fuente de cultivo de cucarachas y ratas, y debido a la presencia de cucarachas en veredas y desagües el problema se extiende obligadamente a las viviendas humanas donde se mudan para reproducirse de manera incontrolable, llegando detrás para quedarse peligrosas arañas y escorpiones que precisamente se alimentan de esas presas, es decir, una cadena de conflictos y riesgos porque todos estos animales instalan sus nidos junto al hombre.

Por ejemplo, con la matanza de serpientes aumentan las poblaciones de roedores. Si hay fumigación excesiva de terrenos se consigue el exterminio de crías de halcones, sapos, arañas útiles y pacíficos murciélagos (me refiero a los insectívoros), multiplicándose animales dañinos, incluyendo vinchucas, cucarachas y mosquitos portadores de graves enfermedades. Entonces, no es conveniente salir a molestar a las serpientes y tampoco hacer uso indiscriminado de insecticidas; las fumigaciones deben ser medidas y manejadas por especialistas con asesoramiento científico.

A colación, desde hace más de un año los médicos expertos en zoonosis están alertando públicamente acerca de un gravísimo atentado a la salud de niños, ancianos y alérgicos (por la inacción de autoridades municipales), me refiero a la multiplicación de palomas que al secarse sus deposiciones y ser desparramadas por el viento (además de males que pueden llevar a la muerte), contagian numerosas enfermedades a los habitantes de las grandes ciudades, por eso en países avanzados con funcionarios verdaderamente éticos, inteligentes y comprometidos con obras de bien público, está prohibido alimentar palomas en la calle y arrojar comida en veredas o parques –aves que igual sobreviven en sus viajes- siendo regulados los nacimientos sin crueldad ni matanzas.

Inexplicable: millones de personas viven con la salud en peligro por el enfermizo fanatismo de improvisados “protectores” que no hacen un cuidado racional de especies y quieren manejar caprichosamente plagas dentro de las ciudades (los especialistas ya las consideran plagas nocivas) que se reproducen en huecos de edificios, monumentos históricos e invaden plazas y avenidas, ensucian automóviles, mesas de confiterías, etc. Los fundamentalistas se niegan a adquirir conocimientos acerca de animales perjudiciales para la salud y defienden lo indefendible despreciando la vida de mujeres embarazadas, bebés, ancianos, niños y personas vulnerables que padecen alergias y otras patologías.

Respecto a los murciélagos insectívoros (a excepción de los hematófagos que viven en ciertas zonas del Norte argentino) son útiles en las ciudades y no hay que temerles; durante las noches comen grandes cantidades de insectos y nos cuidan la salud. No atacan a las personas y son excepcionales los casos de rabia descubiertos, casos de animales enfermos caídos al piso e imprudentemente tocados o levantados con las manos. En muchas partes del mundo los murciélagos están protegidos y los habitantes les adaptan lugares especiales para que lleguen colonias y sobrevivan sin ser molestados.

La ineptitud de la clase política en Argentina (no generalizo) y la sospechosa indiferencia de intendentes y jefes de gobierno, hace que proliferen palomas, ratas, arañas domiciliarias, escorpiones y cucarachas por la invasión de indigentes, cartoneros y chatarreros que dejan las ciudades llenas de mugre, bacterias y comida putrefacta, lo que no es limpiado por las autoridades que consienten las irregularidades buscando votos de los cordones de pobreza -estrategia corrupta que raya el incumplimientos de deberes en la función pública, abuso de autoridad, etc.-, sumado a habitantes acostumbrados a tirar insensiblemente todo tipo de desperdicios en la vía pública y no levantar los contaminantes excrementos caninos que contienen parásitos, etc., y juntan moscas que distribuyen males.

Sugiero respetar a todos los animales, pero sin fanatismos que dañen al prójimo, porque cuidar el equilibrio ecológico no es alimentar plagas, habría que defender a las aves rapaces, serpientes, murciélagos, sapos, arañas útiles como las “pollito” y otras cazadoras inofensivas que viven en zonas naturales y no van hacia el hombre (algunas en retroceso numérico) fieles ayudantes en controlar especies dañinas. Debería prestarse atención a la higiene en las viviendas de campo y de ciudades, sumado al mantenimiento de calles y plazas limpias, lo que evitará enfermedades de contagio animal e impedirá la reproducción de millones de cucarachas, ratas, palomas, arañas peligrosas y letales escorpiones.

CARLOS ESTRADA *periodista de investigación, estudioso del comportamiento animal, dedicado a actividades ecuestres y asuntos caninos, experto en rescates y manejo de fauna vulnerable, con numerosas certificaciones oficiales y científicas y máximos reconocimientos internacionales, muchos accidentes sufridos con todo tipo de ejemplares, incluyendo venenosos y decenas de trabajos publicados acerca de arácnidos y serpientes, ex colaborador de importantes herpetólogos, entomólogos, aracnólogos, etólogos, zoólogos, ornitólogos y veterinarios de zoológicos oficiales. Documentada trayectoria pública desde 1970.

Buenos Aires, Argentina, 13 de marzo de 2011.


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