por Carlos Estrada *
SEGUNDA PARTE
SIENDO NIÑO en 1958 , luego de la muerte de mi padre, el hogar se tambaleó un poco y periódicamente me mandaban a campos de La Puerta (Córdoba), Monje y Arroyo del Medio (Santa Fe) donde aprendí a montar en pelo rebeldes potros, recorriendo leguas al sol o metido en el monte. Junto a parientes y peones ayudaba a separar terneros, ordeñar lecheras desde las 4 horas de la madrugada en banquito de una pata, lo que se vendía a plantas industriales (en esa época no se usaban ordeñadoras mecánicas).
DESPUÉS EN 1964 conocí a dos oficiales militares que eran instructores de polo y salto que me enseñaron en forma particular la ciencia de la equitación, aprendiendo más tarde a entrenar caballos en arena para fortalecerlos; en 1978 compré (para salvarlo) un equino de nueve años con carácter arruinado en jineteadas, animal que también quisieron usarlo en carreras cuadreras donde hirió a varios hombres, siendo descartado por vicios y peligrosidad.
CON PACIENCIA y amor hice amistad con el arisco “Estrellita” cabalgando por zonas serranas de Córdoba, visitando peñas y jineteadas hasta que un lugareño alcoholizado -que no estaba solo- me jugó una broma criminal y sorpresivamente salió de unos matorrales dando un fustazo a mi caballo que partió espantado; perdí las riendas y quedé colgado de su cuello en una pendiente en lo alto de un cerro. Por ese desbarrancamiento estuve herido alrededor de seis meses en solitario chalet de veraneo, con mitad del cuerpo casi paralizado, vendado desde la cintura hasta las axilas, con dolores insoportables, durmiendo algunas veces sentado, porque si me acostaba era difícil levantarme sin ayuda.
HE REHABILITADO muchos equinos con problemas de conducta, maltratados por crueles y salvajes jinetes mediante excesivo palenque, latigazos y picaneadas (golpes de electricidad). Crié ejemplares árabes e ingleses y tuve un imponente palomino norteamericano; durante varios años he rescatado centenares de caballos maltratados procedentes de actos de cuatrerismo y nunca un juez solicitó devolver alguno. Dijo el diario “Crónica” en edición de marzo del 2000 “Caballos Presos pero Agradecidos”, “Mostraban Signos de Maltrato y Tiraban sendos Carros con Sandías por el Centro Porteño”. “Conductores Detenidos”, “Terminó el Sufrimiento”. “…la denuncia fue realizada por Carlos Estrada un conocido proteccionista de animales…”, “Estrada, uno de los hombres que más lucha contra este tipo de hechos y contra el tráfico de animales…”, “conocido como el ´fiscal de la fauna´, Carlos Estrada se opone firmemente al coleccionismo y exhibición…”. “Este reconocido proteccionista que no pertenece a ninguna entidad…”.
POR MI PROBADA idoneidad, una orden del juez penal HugoVan Schilt en 1996 ordenaba -como otras veces- a un centro oficial de zoonosis: “…se haga entrega al portador de la presente Carlos Estrada el equino de pequeña alzada de color gris que se encuentra en ese Instituto, quien se constituirá como depositario judicial para dejarlo a su vez en tenencia provisoria en un lugar adecuado”. “Se autoriza a correr con el diligenciamiento de la presente al señor Carlos Estrada”. Con este juez recuperamos innumerables caballos y a muchos pasaba a retirarlos directamente en camiones desde la puerta de comisarías y los enviaba a lugares de cuidado y amor.
QUIERO DESTACAR que en el año 1971 hice amistad con un señor de apellido Di Teodoro (creo que era de Santa Fe) que vivía en un edificio de departamentos de calle Laprida y Mansilla en Capital Federal, y yo en edificio de la vereda de enfrente, donde en esa época ocupaba uno de los departamentos un individuo de apellido Caballero y la señora Susana Giménez , en esos momentos conocida por hacer un comercial televisivo acerca de un jabón (creo que no era vedette). Di Teodoro, aparentemente integraba la Asociación Criadores de Caballos Criollos y en algún lugar debo conservar una tarjeta personal que me obsequió, incluso en un bar de la esquina nos sentábamos a hablar de razas equinas y años más tarde me obsequió calcomanías de la ACCC.
HE AYUDADO a preparar caballos de raza para competiciones, dirigí columnas de caballos, fauna y perros en revistas especializadas y desde hace algunos años asesoro en asuntos equinos a un centro cultural y tradicionalista, establecimientos rurales de amigos, estudios jurídicos en investigaciones de corrupción, etc.
CREO QUE POCO pueden enseñarme de exposiciones, esfuerzos, vicios de presentadores, "tolerancias" de jueces, parcialidades, alegrías, nerviosismo, cría y manejo de animales, servicios de reproductores, traslados, rehabilitación de ejemplares con problemas de comportamiento o musculares, sufrimientos por accidentes, supervisar atenciones veterinarias, pasar días junto a animales enfermos, soportar privaciones de lujos personales, no salir de vacaciones para poder enfrentar gastos y salvar vidas de esos maravillosos hijos de la Naturaleza ; he construido y mantenido cuidados corrales, boxes, caniles (para perros de guardia de los establecimientos rurales), galpones, picaderos o pistas areneras y de obstáculos para entrenamiento, realicé estudios complementarios, asesoré en compra de sangres nuevas, realicé viajes, proyectos, conocí el éxito, padecí sinsabores afrontando pérdidas, etc., por eso hoy puedo hacer rectas críticas referentes al mundo animal y opinar acerca comprobaciones científicas, acerca de actos destacados de amor hacia estos hermanos, analizar las metas puramente comerciales de algunos criadores -que bien encaradas no son cuestionables-, existiendo abismal diferencia con las explotaciones que hacen hombres que observé y que no serían los únicos que maltratan equinos.
LAS TAREAS DE CAMPO y mis profesiones nunca las he mezclado con los rescates de fauna del mercado negro ni con la desinteresada defensa –usando dinero propio- de animales maltratados. En un haras donde hay caballos y perros de raza no se pueden alojar animales domésticos de la calle o de dudoso origen 1) no hago proteccionismo fanático sino racional, más cercano a lo científico, 2) no mezclo en mi vida las profesiones, gustos ni hobbies, 3) quien rescata animales debe ser imparcial y mostrar transparencia en sus actos, por ende, bajo ningún pretexto ni argumento hay que tratar de quedarse con especies silvestres ni con ejemplares domésticos incautados, 4) los animales del maltrato o abandono callejero desgraciadamente no provienen de selecciones y cuidados especiales, siendo a veces portadores de virus, parásitos, hongos y enfermedades contagiosas que pueden perjudicar a animales de criadero, de guardia o de equitación, 5) hago obras de bien muy costosas e inigualables por su magnitud (está documentado oficialmente y por autoridades científicas), sin llevar problemas a mi domicilio ni al campo, 6) para guardia de grandes establecimientos no se pueden usar perros comunes, se necesitan gladiadores: dogos, pit bull terrier y ovejeros alemanes de buen carácter, buena estructura, muy disciplinados, criados desde pequeños, supervisados por veterinarios de permanencia y alimentados con vitaminas de origen U.S.A.y productos de excepción, nada balanceado (a colación: en una sociedad como la nuestra donde las industrias quieren fáciles ganancias y para eso desmejoran día a día la calidad de envases y productos -más allá de engañosas propagandas- y todo lo de consumo humano no tiene los debidos controles del Estado, imaginen qué pueden tener de “nutritivos” y saludables los alimentos balanceados para animales), 7) los caballos de dudosa procedencia puede tener anemia contagiosa y otras enfermedades que no se detectan rápido, pudiendo causar estragos en establos y terrenos que albergan animales de raza. Esta realidad es innegable y no se puede llevar al campo todo lo que se encuentra en la calle, 8) sin pedir dinero a nadie, gasto en obras de bien más de 1.500 ó 2.000 dólares por mes y no me sobran riquezas, cosa que ningún proteccionista independiente o fundación haría sin pedir donaciones, incluso me atrevo a asegurar que nadie invierte desinteresadamente cantidades cercanas a lo que yo hago mensualmente.
EL INFORME referente a lo observado en la 6ª Exposición Internacional “Nuestros Caballos 2010” lo difundí pocos días después de concurrir un sábado al evento y el 19 de mayo en la misma página especializada web contestó el titular de la ACCC dándose por “aludido”. Textual: “He leído parte del artículo del Sr. Estrada, en el que no está muy claro de qué se queja, si del humo del cigarro o de darle de comer a los caballos por parte del público, respecto al juzgamiento que Estrada vio, es la prueba de mansedumbre, la que es utilizada para rechazar los animales que no tienen un mínimo de docilidad para poder participar de la exposición, seguramente esos caballos observados por el señor Estrada fueron los que el juez rechazó ya que fueron 6 los animales que no pasaron esa instancia, es una pena que no hubiese preguntado por alguna autoridad de la ACCC para que se le aclarase las dudas que tenía, los que estaban en el stand de la ACCC podrían no ser gente de la misma ya que hay muchas personas que se juntan a conversar en los stand. Es muy difícil que no se vean los boxes de la raza criolla ya que son más de 380 animales los que concurrieron a la muestra, para cualquier duda de parte del Sr. Estrada estoy a su disposición” (L.A.L., presidente de la ACCC ).
DE INMEDIATO respondí: “Estimados criadores, NUNCA GENERALICÉ, pero hice una prolija investigación de prensa y en eso también soy un experto”. “Era lógico que algún caudillo levantara el guante para defender lo indefendible y mostrarse ´confundido´ por mi artículo, yo recomendaría respetuosamente que se capaciten más en algunos aspectos y lo hagan en el exterior porque por soberbia seguimos a la cola del mundo en manejo de animales, por suerte di a entender en el artículo que los que viven de los caballos iban a ponerse rápido a cubierto, dejando constancia que hacen bien en cuidar el negocio cuando alguien ´mueve el avispero´, aclarando que no ví ´pruebas de mansedumbre´ (en referencia al innecesario maltrato), ví elegir ´campeones´, y que no era respuesta digna de un representante de criadores de raza equina símbolo en nuestra Patria, dije que tal vez olvidaban el prestigio internacional que tengo como conocedor (sin fanatismos) del mundo animal y que soy descendiente de patricia familia con parientes que de una punta a otra el campito más modesto tenido nunca fue menor de (…), donde se han criado buenos pingos por centenares y salido generaciones de domadores, tropilleros, entrenadores y presentadores”. Expresé en la parte final de la publicación: “Cada uno con su verdad, yo no vivo de los animales, los estudio y defiendo”.
COMO VEN sensibles protectores, se tomó con ligereza lo del humo de cigarrillos al ensillar caballos para presentar, igual el caso de la falta de control de criadores permitiendo al público alimentar animales que debían salir a las pistas para ser “juzgados” por entendidos, y si este es el “ejemplo” del que conduce la institución, imaginen hacia abajo cómo serán las cosas en algunas (no generalizo) cabañas, además se disfrazó con mentiras los fuertes piquetes de espuelas al realizar giros y se pasó por alto los golpes permanentes de riendas en los hocicos para que se mantuvieran con cabezas “erguidas” o golpes de dobles riendas abajo en el vientre para que se levantaran de manos (molestos o asustados), LO QUE SE DEBE HACER DE OTRA MANERA SI SE POSEEN CONOCIMIENTOS SÓLIDOS DE MANEJO IDÓNEO DE EQUINOS. Síntesis: observé detenidamente inexplicables fallas en presentadores, cabañeros y juzgadores permisivos.
CARLOS A. ESTRADA * periodista de investigación, dedicado a actividades ecuestres, proteccionista independiente de fauna salvaje con máximos reconocimientos internacionales, asesor de centro cultural y tradicionalista y de establecimientos de amistades, entendido en comportamiento animal, adiestramiento, técnicas de rehabilitación, crianza y manejo de potros, además impulsor de rescates de varios centenares de caballos maltratados procedentes de actos de cuatrerismo.
Buenos Aires, Argentina, diciembre de 2010.